Ramoncito
Esta historia tiene varios lados: uno en el que crees fielmente en la palabra de un hombre (en realidad decides creer), otro en el que los hombres dicen "mucho master" y uno más en la que mandas todo a la m...
Sucedió hace un tiempo que por cosas del destino y sin planearlo, mi amiga (y le pondré cualquier nombre) Helena, fue llamada por su prima para que la rescatara de una borrachera inesperada con tres amigos.
- Heli, ven estoy muy mal - Había sido el mensaje de la llamada en medio de letras pegadas. Helena le pidió que le pasara a uno de sus amigos quien respondió: "No te preocupes aquí la estamos cuidando bien".
Sin embargo, se sintió responsable de su prima y salió a socorrerla... Cuando llegó ya había vomitado y estaba mucho mejor, tomando agua en una mesa. Efectivamente tres hombres la cuidaban. Helena se presentó y siguieron la rumba.
Resulta que el amigo de la prima que habló con ella por teléfono terminó siendo un encanto, se repartieron teléfonos, las acompañó al carro, pagó la cuenta, mejor dicho combo completo.
Esa semana Helena y él (lo llamaré Juan) comenzaron a hablarse a diario, almorzaron juntos y hasta hablaron de negocios.
Así llegó el siguiente sábado y quedaron de salir nuevamente de rumba. No obstante él tenía planes con la gente de su oficina por lo que le advirtió a Helena que le avisaría cuando saliera de su asado/almuerzo.
Así pasó el día y a las cuatro de la tarde Helena recibió la primera llamada:
- Hola Heli, ya estoy aquí con la gente, me voy a tomar unas cervezas así que te recojo en taxi más tarde, ¿te parece?
Fue una buena llamada, ¿qué hombre está pendiente para salir contigo y te da explicaciones no pedidas?
Pasaron dos horas y mas o menos a las 6:00 pm Helena recibió otra llamada:
- Amorcito, ¿¿cómo es que es el teléfono de Iván?? - era la voz de Juan, con música de fondo y ya un poco tomado. Helena se quedó callada, hasta que él volvió a hablar - ¿Aló?
- Aló
- Hola Heli, sabes que esto va de largo, mejor dejamos la salida para otro día, ¿te parece?
- Si no te preocupes - respondió una enfurecida Helena y colgaron.
Al día siguiente Helena decidió ignorar su celular, sentía la rabia que sentimos las mujeres cuando nos ilusionamos con nada. Sin embargo, Juan la buscó en su oficina el lunes y le preguntó si salían a comer.
Helena decidió hablar.
- Juan, quiero que seas franco. ¿Eres casado, tienes novia, amante?
- Nooooo, pero ¿por qué dices eso?
- Pues como el sábado estabas llamando a tu amorcito...
- Noooo, yo estaba llamando a Ramoncito...
Dejo la historia hasta ahí, tan solo con la pregunta al aire: ¿le creen?
Sucedió hace un tiempo que por cosas del destino y sin planearlo, mi amiga (y le pondré cualquier nombre) Helena, fue llamada por su prima para que la rescatara de una borrachera inesperada con tres amigos.
- Heli, ven estoy muy mal - Había sido el mensaje de la llamada en medio de letras pegadas. Helena le pidió que le pasara a uno de sus amigos quien respondió: "No te preocupes aquí la estamos cuidando bien".
Sin embargo, se sintió responsable de su prima y salió a socorrerla... Cuando llegó ya había vomitado y estaba mucho mejor, tomando agua en una mesa. Efectivamente tres hombres la cuidaban. Helena se presentó y siguieron la rumba.
Resulta que el amigo de la prima que habló con ella por teléfono terminó siendo un encanto, se repartieron teléfonos, las acompañó al carro, pagó la cuenta, mejor dicho combo completo.
Esa semana Helena y él (lo llamaré Juan) comenzaron a hablarse a diario, almorzaron juntos y hasta hablaron de negocios.
Así llegó el siguiente sábado y quedaron de salir nuevamente de rumba. No obstante él tenía planes con la gente de su oficina por lo que le advirtió a Helena que le avisaría cuando saliera de su asado/almuerzo.
Así pasó el día y a las cuatro de la tarde Helena recibió la primera llamada:
- Hola Heli, ya estoy aquí con la gente, me voy a tomar unas cervezas así que te recojo en taxi más tarde, ¿te parece?
Fue una buena llamada, ¿qué hombre está pendiente para salir contigo y te da explicaciones no pedidas?
Pasaron dos horas y mas o menos a las 6:00 pm Helena recibió otra llamada:
- Amorcito, ¿¿cómo es que es el teléfono de Iván?? - era la voz de Juan, con música de fondo y ya un poco tomado. Helena se quedó callada, hasta que él volvió a hablar - ¿Aló?
- Aló
- Hola Heli, sabes que esto va de largo, mejor dejamos la salida para otro día, ¿te parece?
- Si no te preocupes - respondió una enfurecida Helena y colgaron.
Al día siguiente Helena decidió ignorar su celular, sentía la rabia que sentimos las mujeres cuando nos ilusionamos con nada. Sin embargo, Juan la buscó en su oficina el lunes y le preguntó si salían a comer.
Helena decidió hablar.
- Juan, quiero que seas franco. ¿Eres casado, tienes novia, amante?
- Nooooo, pero ¿por qué dices eso?
- Pues como el sábado estabas llamando a tu amorcito...
- Noooo, yo estaba llamando a Ramoncito...
Dejo la historia hasta ahí, tan solo con la pregunta al aire: ¿le creen?
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