Malparados

Esta mañana descubrí algo raro en el parado de las personas. Todo estaba normal cuando vi que una amiga que solía medir un metro con 60 centímetros, medía lo mismo que yo (1,56 cm., sin tacones). Al analizarla descubrí que era que estaba mal parada, esto no me hubiera impactado para nada, pero luego caminando vi a un sin número de personas con la misma posición: los hombros hacía adelante, la cabeza inclinada un poco hacía el piso y la espalda torcida.

Al pensar que era lo que pasaba sólo se me ocurrió preguntarme si todos estamos destinados a volver al primitivismo, pensé que si la cadena de Darwin era cierta quizá algún día se devolvería, y que ese día era ahora. Empecé a imaginar como sería el cambio, todos bailando como locos sin guardar la compostura, aquello que nos hace hombres y nos diferencia de los monos, el mantenernos derechos, erguidos, ha concluido, ahora todos medio agachados, medio cabizbajos, medio pensativos, medio locos, medio monos, medio perdidos.

La raza del hombre ha concluido y no ha sido por una guerra química ni nuclear, no nos hemos matado los unos a los otros, no hemos acabado con el planeta, simplemente hemos olvidado como pararnos bien, mantenernos erguidos frente a la vida para lucharla con orgullo de quienes somos, para mostrarnos completos, altos, muy altos, bajos, muy bajos, pero al fin y al cabo hombres.

Al tomar conciencia de esta situación me miré al espejo: yo también estaba mal parada.

Comentarios

Entradas populares