Leucemia para ti

Después de morderla lo supo, su sangre más dulce de lo normal lo dejó débil, al tomarla no sintió la vitalidad que le brindaba aquel liquido caliente y rojo.

Él un vampiro experimentado se había equivocado. La había escogido por su piel blanca, sus labios rosa pálido, su sonrisa inocente y, sobretodo, por el miedo que reflejaban sus ojos; a pesar de que ella no conocía sus intenciones sus ojos reflejaban el miedo que había visto en otros ojos, en otras victimas, ese reflejo que sólo da la muerte.

Después de una hora de seducción en el Blood Bar al fin estaban solos, bailando él se acerco tanto a su cuello que alcanzó a percibir las palpitaciones de su corazón en una de las venas que dejaba ver su hermosa piel blanca.

Se inclinó sobre ella y succionó con cuidado y pasión su sangre, luego la miró a los ojos y encontró que el miedo había desaparecido y que ahora se veía mucho más hermosa. La miró con gran pasión y antes de dejarla morir le preguntó de que carga la había liberado, a lo que ella con un último esfuerzo contestó: Leucemia para ti.