Un matrimonio de cuento de hadas en Jaipur



Gracias a una casualidad fui invitada a un matrimonio en la India. Mi mamá trabaja en una joyería y uno de los proveedores del local es indio, y había invitado a la dueña de la joyería y a las trabajadoras de la misma a asistir al matrimonio de la hija de su primo que se realizaría del 10 al 13 de enero en Jaipur. Como ninguna de ellas podía ir, pero sabían que yo estaría en el país para esa fecha (ver: https://tatrixcuenta.blogspot.com/2019/01/la-magnitud-de-un-viaje.html), me traspasaron la invitación, además, por cosas inexplicables, justo el día en que él estaba en la joyería invitándolas yo pasé a saludar a mi mamá.

Los indios tienen varias virtudes que nos faltan a los colombianos: no roban (es uno de los peores delitos que pueden cometer) y tienen palabra (si te dicen algo lo cumplen y además creen en lo que tu les dices).

Obvio no estoy diciendo que todos los colombianos somos ladrones, pero hay tantas variedades de robo en Colombia que nos cuesta pensar en lugares sin ladrones. Por ejemplo, no podemos colgar la cartera en una silla en un restaurante porque es posible que desaparezca, no podemos sacar el celular en el transporte público porque es posible que lo saquen del bolsillo, maleta o hasta lo rapen de las manos, los ladrones saben como abrir carteras, amenazarnos, organizarse en bandas, saben robar a la distancia hablando por teléfono, copiar páginas web, enviar mensajes de texto con mensajes fraudulentos y por supuesto están los ladrones de cuello blanco o de grandes cantidades de dinero, a los que parece que la justicia nunca les llega, pero que hacen el daño más grande porque la mayoría roba plata que tiene un fin social, es decir que no le roba a una sola persona sino a millones que podrían salir beneficiadas si los recursos hubieran sido invertidos bien. Obvio aquí existe el chantaje, el pago por la publicación de noticias, y otros delitos no menos reprobables, pero al parecer los ladrones no son populares ni bien vistos en este país.    

Cumplir la palabra: en este caso, voy a hablar por mí, aunque siento que también es un fenómeno que ocurre mucho en los coterráneos, y es que prometemos y no cumplimos. Es horrible, en diciembre me pasó con una buena amiga (Denisse si lees esta entrada, perdóname), decimos que iremos a algún lado, que haremos favores, prometemos llamadas, cafés, almuerzos y cuando llega la hora de asistir, no vamos, o nos excusamos, o no contestamos el teléfono. Acá, al parecer (puede que no sea todo el mundo) prometen y cumplen. Así que la invitación al matrimonio ya estaba lista, asistiría en representación de mi mamá.

Para poder ir a Jaipur durante tres tuve primero que pedir permiso en mi instituto y explicar a que iba. Con la autorización correspondiente, intenté sin éxito comprar un tiquete de tren por internet, primero me faltaba un número de teléfono de la India y cuando lo tuve no me dejó registrar en la página, luego la tarjeta de crédito internacional no pasaba, por lo que me hicieron el favor de comprar el tiquete. Para los interesados en comprar deben visitar la página https://www.irctc.co.in. El viaje de regreso lo hice en avión debido al poco tiempo que tenía y para llegar a clases.

Mi aventura en tren
Para tomar el tren puedes hacerlo en la estación principal (en dónde inicia el viaje) o en una de las siguientes en las cuales el tren parará solo por 2 minutos. Como calculé mal el tiempo debí ir a una de estas estaciones de dos minutos. Seguí las indicaciones de los avisos y me paré en el que decía la categoría de mi tiquete B1.

En este punto debo parar la narración para aclarar que existen cuatro categorías de pasajes en los trenes de la India: A1 (primera clase) en el que las sillas son individuales y están divididas por cortinas, B1 cada silla le corresponde a dos personas o silla individual pero en segundo nivel (pegado al techo, sin ventana), en la B2 cada silla corresponde a tres personas y sleepers (tercera clase) en la que nadie tiene silla fija y todo el mundo se acomoda donde puede, además las ventanas no tienen vidrio. Cada una de estas categorías las conocí debido a que me monté en el vagón que no correspondía: sleepers.

Mi cara con un poquito de pánico 

Todos van acomodados como pueden y sin vidrio en las ventanas

Luego de bajarme en la siguiente estación a la que me monté, treparme nuevamente en el tren, pero una categoría mas allá, y atravesar el tren en movimiento, por fin llegué a mi silla. Sin embargo, no me correspondía ninguna ventana, así que con señas pedí el favor para sentarme “abajo”. Salir de Delhi es conocer que en India realmente no todo el mundo habla inglés, y que estoy en una cajita de cristal dentro del Instituto, no digo que esto sea malo, solo que este país es tan extenso que a veces uno ignora que no estás viviendo en la “realidad”.

El viaje duró casi siete horas, menos mal había descargado una película para ver sin conexión en Netflix, lo que hizo que por lo menos estuviera distraída dos horas. Otro tanto lo use para comer y pues atravesando el tren paso otro rato.

Lo que cuelga es un bebe que creo iba muy cómodo mecido todo el camino. 

Llegué a Jaipur de noche y me lancé del tren (cosas que no se deben hacer), casi me mato, pero no me caí. En seguida un conductor de tuk tuk me habló y me dijo que me llevaría a mi destino, un Hotel en el centro de la ciudad (pleno Bapu Bazar). Esto no es lo ideal, porque los que te ven recién llegada siempre suelen cobrar más caro, pero tenía afán porque ese día se realizaba la fiesta del novio.

La boda
Las bodas indias se celebran durante varios días seguidos, en este caso ya se había realizado la fiesta de la novia (en la cual a las mujeres les pintan figuras de henna en las manos) y creo que hay baile. A esta fiesta no alcancé a llegar.

El segundo día se realiza la fiesta del novio, que era a la que corrí para poder estar. En este caso la familia alquiló un palacio a las afueras de la ciudad. Algo impresionante por decoración, comida, es decir todo, el paquete completo.






Este día tanto los amigos del novio, como de la novia, además de algunos miembros de la familia, deben realizar presentaciones de bailes estilo Bollywood, bastante divertido. 


Después del espectáculo se presentó un grupo con tres cantantes bastantes buenas, las personas comieron y disfrutaron el lugar, para continuar en un “after party” es decir que dentro del palacio tenían preparada otra fiesta con DJ.

Dentro de esta parte del edificio se realizaba el "after"

No puedo negar que me sentí orgullosa cuando sonó J Balvin en la fiesta, ni que entendí un poco porque está siendo tan famoso.

El tercer día (sábado) me desperté temprano para recorrer un poco Jaipur, pero no voy a hablar de la ciudad en esta entrada (voy a volver a ir con el instituto y seguramente conoceré más a fondo la ciudad). Por la tarde – noche, nos arreglamos con unas españolas para asistir al tercer día de celebración que sería en el Hotel Jaimahal Palace, que parece otro castillo.

El ritual de este día consiste en una caravana protagonizada por el novio que, según me cuentan, antes tenía caballos, camellos y elefantes. Esta vez no fue así, ya que las autoridades de Jaipur han prohibido el uso de estos animales por que altera el tráfico de la ciudad, sin embargo, no dejó de ser impresionante. El novio sobre un caballo va acompañado de sus invitados y de tambores, recorre un camino que se supone representa una batalla, hacia la recepción, en donde se encontrará con su novia.      


Cuando por fin llega y golpea desde el caballo una figura que está colgada en el sitio del recibimiento, es recibido por los padres de la novia quienes le dan todas las recomendaciones del caso. Pero antes, cada persona que lo viene acompañando en la “batalla” es recibida con collares de flores. 
 
Mi acompañante en la foto es el sobrino de la persona que me invitó, quería salir sola y el muy bonito en su inglés pensó que quería salir en la foto con él. 




El novio se baja del caballo y se pone en el sitio indicado para esperar a la novia. En ese momento ella sale y camina en medio de la gente para encontrarse con él. Ella lleva todas las joyas del mundo encima, casi no puede moverse cómodamente, pero se ve como una muñeca de cuento de hadas. Una vez se encuentran se ponen un collar de flores, ella a él y él a ella. No se tocan, ni se toman de la mano, no se besan y apenas se miran con ternura. Luego de esto, deberán sentarse en el lugar designado para que todos los que quieran se tomen una foto con ellos, mientras tanto el resto de invitados se riega sobre los bufetes de comidas. Acerca de los invitados, los huéspedes del hotel también pueden participar en la celebración.

Es como estar viendo Aladdin en vivo 


El cuarto y último día, los novios tienen una ceremonia íntima (200 invitados, todos familia) en la que se realiza el verdadero ritual de matrimonio. En este no pude asistir porque estaba viajando a Puskar y Ajmet (que también merecen entrada aparte).

Datos curiosos

-       Al casarse se supone que la novia debe irse a vivir con los suegros, es decir que los papas del novio deben tener preparado un cuarto para la futura pareja y los nietos por venir. En este caso, el novio vive en Hong Kong por lo que ella irá a vivir con él. Además, al parecer las nuevas generaciones están un poco en contra de estas tradiciones.
-       En la mayoría de casos los regalos de los invitados son joyas o dinero.
-       Los detalles de las ceremonias en la india se pueden leer en: http://www.elpantanorestaurante.com/blog/boda-en-india/

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