El árbol
Hay una
idea que siempre me ha atormentado: se trata del árbol sexual de cada persona.
No se si
me entienden, pero comienza en el mismo momento en el que te acuestas con
alguien, heredas sus ramas.
Si yo
estuve con x y él estuvo con h y h estuvo con m.... Así sucesivamente. Saber que cuando estás con alguien no solo estás con esa persona sino con su pasado y el pasado de los que estuvieron con él.
Pensar en
el árbol sexual que compartimos con otros además se convierte en una señal de alarma para las
enfermedades sexuales (ETS). El uso de condones, no es solo por embarazo, es también
para evitar contagios de la historia de los demás...
Hace poco
hablé con un amigo con herpes, él me contaba que se lo habían contagiado sin
saber, recibiendo sexo oral (de las formas mas raras de contagio, ya que el
desarrollo de herpes oral a genital requiere de otras situaciones como baja en
las defensas), aunque le dio duro, debido a que el herpes no tiene cura, hoy
todas las relaciones sexuales que tiene son con condones, y evita el sexo oral. Los tratamientos evitan que
desarrolle llagas. Sobre sus parejas nunca les cuenta, simplemente se protege,
hecho que puede crear toda una discusión sobre el tema.
Las ETS son una realidad. Fui al médico y me contó la historia de uno de sus pacientes,
este hombre churro de alrededor de 40 años, extranjero, ejecutivo (directivo de
una empresa multinacional), tiene Sida. Su esposa no lo sabe aún, lo contagió
una prostituta... Sus hijos (tiene dos) se salvaron del contagio, ya que
nacieron mucho antes.
Pensar en
el árbol es solo un paso, usar siempre condones otro, pero la mejor forma de no estar en riesgo es yo
con yo, no abrir círculos, mantenernos fieles a nuestras parejas, y sobre todo
tener una actitud responsable frente al sexo.
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