La parábola del tigre

Erase una vez un tigre con su pelaje brillante, sus garras afiladas y listo para cazar. Este tigre, rey de la jungla, andaba orgulloso de sí mismo, hasta que un día fue atrapado en un jaula.
No se sintió preso, por el contrario, cayó en la trampa despacio, guiado por la idea de estabilizarse, de la comida que iba a recibir diaria, de la tranquilidad de tenerlo "todo" sin esfuerzo.
Pronto y a través de los años el tigre fue domesticado, perdió el brillo de sus rayas y el filo de sus garras, se convirtió en un minino, pero él no lo sabía, hasta que un día le abrieron la puerta de la jaula.
Él no se quizo mover, la comodidad de su encierro no lo dejaba ver con claridad la nueva libertad, así que le dieron una patada y lo sacaron de su amado cuarto.
Al volver a la jungla el tigre no supo como comportarse. Había olvidado como cazar, como vivir bajo sus propias reglas, debía reencontrarse, reconstruirse, recuperarse.
Después de un tiempo, el tigre volvió al ruedo. Sin embargo nunca volvería a ser el mismo, las técnicas de caza se renovaron y antes de volverse a acercar a cualquier jaula decidió vivir solo para sí mismo por un tiempo.

Colofón:
Esta parábola me la contaron para explicarme como se siente terminar con alguien con el que vivías durante años.

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