Temperamento político
Me gustaría pensar que la política, que los cargos públicos fueron hechos por el bien común, para crear soluciones que ayuden a la gran mayoría, pero con el tiempo he descubierto que en la vida real los cargos públicos no funcionan así.
En Colombia la mayoría de los políticos no trabajan por la gente. Los políticos trabajan por su ego, para sobresalir y llevarse el crédito. Por eso las acciones que inicia un mandatario nunca continúan por el siguiente y si lo hacen cambian de nombre y son relanzadas con bombos y platillos como si fueran nuevecitas.
Los políticos quieren surgir del montón como dioses, ser los superhéroes del momento y por ello no les importa pasar por encima de quien sea para poder resaltar. Usan el engaño, las mentiras y tergiversan palabras para convencer, para su propio beneficio.
El problema es que no solo pasa en la política, hay temperamentos de personas que son políticos. Este temperamento los hace creer ser dueños de una verdad absoluta.
No trabajan en equipo porque las personas son simples fichas que deben cumplir órdenes, nada de ser participativo ni dar ideas, por que el temperamento político las hace ser dueños de las ideas, tienen que llevarse el crédito. Escuchan a medias porque están convencidos de su propia voz y pueden cambiar de opinión 10 veces en una conversación para no admitir que se equivocaron.
Hacen escándalo cuando dan ideas, por que tienen que mostrar que "están trabajando". Son manipuladoras, por eso siempre a los ojos de los jefes siempre van a parecer "las víctimas".
El temperamento político escucha poco, tiene ideas fijas y, aunque las adaptan en el camino, no les gusta ser contradichos, por eso es difícil comunicarse con ellos ¿cómo hablar con alguien que no está dispuesto a procesar lo que le dices?
En Colombia la mayoría de los políticos no trabajan por la gente. Los políticos trabajan por su ego, para sobresalir y llevarse el crédito. Por eso las acciones que inicia un mandatario nunca continúan por el siguiente y si lo hacen cambian de nombre y son relanzadas con bombos y platillos como si fueran nuevecitas.
Los políticos quieren surgir del montón como dioses, ser los superhéroes del momento y por ello no les importa pasar por encima de quien sea para poder resaltar. Usan el engaño, las mentiras y tergiversan palabras para convencer, para su propio beneficio.
El problema es que no solo pasa en la política, hay temperamentos de personas que son políticos. Este temperamento los hace creer ser dueños de una verdad absoluta.
No trabajan en equipo porque las personas son simples fichas que deben cumplir órdenes, nada de ser participativo ni dar ideas, por que el temperamento político las hace ser dueños de las ideas, tienen que llevarse el crédito. Escuchan a medias porque están convencidos de su propia voz y pueden cambiar de opinión 10 veces en una conversación para no admitir que se equivocaron.
Hacen escándalo cuando dan ideas, por que tienen que mostrar que "están trabajando". Son manipuladoras, por eso siempre a los ojos de los jefes siempre van a parecer "las víctimas".
El temperamento político escucha poco, tiene ideas fijas y, aunque las adaptan en el camino, no les gusta ser contradichos, por eso es difícil comunicarse con ellos ¿cómo hablar con alguien que no está dispuesto a procesar lo que le dices?
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