Un paseo por Bolivia y Perú - Tercera Parte Perú

Los toures de Cusco comienzan después de medio día y hay dos modalidades: la hippie, que consiste en visitar unas cuevas y lugares sagrados Incas a los cuales no cobran por entrar, además de hacer una caminata durante 4 horas o la turística que te cobran bastante e incluye transporte.

Yo elegí la turística, pero me arrepentí casi enseguida después de pagar, ya que Cusco al igual que todo Perú, estaba lleno de turistas, la razón: en Europa estaban de vacaciones, así que la opción de no conocer lo más reconocido, pero gozar del paisaje sonaba mucho más atractivo que el otro plan, pero elegido nada que hacer aprovecharlo.

Cusco: el ombligo, centro político y económico de los Incas. Ciudad planeada y construida con forma de puma.


Cuando llegaron los españoles construyeron 19 iglesias, y al parecer todas están ubicadas en donde había lugares sagrados.

Después de recorrer varios museos y encontrar palabras sabias sobre las paredes, además de una historia contada con un poco de señalamientos, comienzo mi tour.

Por la mañana me dediqué a la visita de museos y hacer compras:


Como estos aretes que desde el momento en el que llegaron a mis manos se convirtieron en mis favoritos. Por la mañana recorrí uno de los lugares más populares de Cusco: Sacsayhuaman (y sí, para los que fueron es más reconocido como sexy woman, por su pronunciación).

Desde este punto se puede ver toda la ciudad antigua de Cusco 
y como fue creada en forma de puma, este monumento es exactamente la cabeza. 

 Me robé esta imagen para que la puedan imaginar, 
porque, si les pusiera la foto de la realidad no se ve nada igual. 





Este punto también contaba con un sinnúmero de mini templos, desde allí se pedía por el resto de la ciudad. Este espacio transmite tranquilidad a pesar de los turistas, por eso me atrevo a decir que debió ser indescriptible, completamente energético. 

El siguiente destino fue Koricancha, del cual no tengo fotos, pero recuerdo una cueva que reflejaba una serpiente y era el camino para comunicarse con el inframundo... sin embargo, como estoy narrando todo esto de memoria, puedo equivocarme. Luego Tambomachay, en donde se encuentra otra fuente de la vida eterna.



La noche en Cusco está llena de vida, y más de un extranjero dirá que se emborrachó allá, por mi lado, no hice nada la noche que estuve en la ciudad, es más Cusco tuvo un efecto adverso en mi estado de ánimo, su historia llena de injusticias y muerte, me llenó de angustia, puedo casi sentir las matanzas de indígenas y la destrucción de lugares sagrados.

En un comienzo, mi compañero de viaje fue don Guido, el conductor del bus, en un transporte lleno de europeos, luego me vieron la cara y dijeron, esa es local, así que me cambiaron a un bus con latinos.


Me quitaron de al lado de don Guido y me ubicaron entre un peruano y una mexicana. El bus también tenia brasileñas, pero más que todo peruanos que habían decidido conocer su propio país.




La primera parada del tour es en un paisaje en el que la cordillera andina se convierte en oriental, o algo así, perdonarán la imprecisión, pero estoy escribiendo basada en mi memoria. 

Un algibe, las orejas y detalle de tigre de adelante lo usaban los incas para cargarlo con más facilidad y recorrer grandes distancias. Estaba lleno de agua. 


Segunda parada: una joyería de plata. Claramente caí con unos aretes que casi no uso, pero son un buen recordatorio del viaje y de lo mucho que compramos innecesariamente.


De todas formas ver como hacen las joyas es muy bonito. 


Esta foto la tome para explicar como veían el mundo los indígenas: El cóndor (al cual el fotógrafo le cortó la cabeza) representa el cielo y el firmamento, el jaguar la tierra, mientras que la serpiente, que tampoco se alcanza a apreciar mucho, es el inframundo.  



Pisaq se conserva muy bien, y aunque son un conjunto de andenes para la agricultura, uno alcanza a imaginar como debió ser en todo su esplendor. 



Claro salen fotos de modelo.






Siguiente parada: Ollantaytambo, esta es la ciudad más cercana a Aguas Calientes o mejor conocida como Machu Pichu. En Ollantaytambo estaba ubicado un templo al sol: piedras gigantescas cubiertas por laminillas de oro, que al primer contacto con el sol, se alcanzaban a ver a grandes distancias. Era como un faro, que daba ánimos a los viajeros. 

En las montañas se pueden ver camufladas construcciones incas.  




Una de las paredes del templo, por su tamaño es fácil explicarse porqué debió ser uno de los mayores templos de Perú. La mayoría de las piedras, luego de que los españoles obligaran a los indígenas a destruirlo, fueron usadas para la construcción de las casas del pueblo.



En Ollantaytambo esperé hasta que fue la hora de tomar el tren a Aguas Calientes.






Aunque este transporte es bastante costoso, es de las únicas formas de llegar a aguas calientes, otra alternativa es caminar. 

Machu Picchu merece una entrada sola y por lo que me demoré en publicar esta tercera parte, espero que el resto no me tome tanto, además me falta narrar Ciudad de México y Puebla, el último lugar en dónde estuve.  



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