50 sombras y yo

Me leí 50 sombras de Grey, por primera vez, hace unos tres años. Lo leí por el boom que tenía en ese momento y todos los comentarios a su alrededor: que era erótico, que habían aumentado los embarazos gracias a su lectura y un sinnúmero de estadísticas absurdas.

La literatura erótica la había conocido con una novela de 1928 llamada El amante de Lady Chatterley y recuerdo estar sentada en un bus leyendo, ruborizándome frente a las escenas finamente descritas y mirar alrededor por si alguien se daba cuenta.

Con 50 sombras descubrí una lectura amena y atrapante, soy una devoradora de libros y este no me costó nada leérmelo en dos días y bueno, admito que sí tiene un efecto en la forma de ver el sexo, ya que lo normaliza e invita a experimentar.

Es fácil darse cuenta el porqué se ha convertido en un best-seller, ya que tiene los elementos correctos para envolver a cualquier mujer:

- El Encuentro: cuando se conocen los protagonistas la casualidad prima.
- El Hombre: churro, enigmático, millonario, con problemas que solo la chica puede resolver.
- La Protagonista: una mujer que ni fú ni fa, que puede ser cualquiera de nosotras.
- El Sexo: ¿cuándo nos habían hablado de frente de sexo? ¿cuándo nos habían dicho que somos el centro del acto y "hasta que no te vengas yo me vengo"?

Está pésimamente escrito, no se lo recomiendo a nadie que sea un buen lector, pero aún así para las miles de mujeres que les da impresión hacer una felación (mamársela a alguien), que les da aso tener sexo con el periodo o que les hagan cunnilingus (que les bajen al pozo), usar juguetes, permitirse soñar con estar atadas y dejarse consentir, les digo léanlo, abran su mente y descubran que jugar en pareja mejora la vida de los dos.

Hoy que se estrena la película, me releí el libro, aunque me volvió a atrapar (otros dos días perdidos), redescubrí que tan malo es y porque es absurda la historia que cuenta. Les dejo la inquietud y obviamente me veré la película apenas pueda.