Pabellón de los Polvos Perdidos (PPP)
No lo conocía hasta que me hablaron de él. Fue en una tienda de mala muerte al frente de una botella de Aguardiente. No podía suceder de otra forma, para hablar de la existencia de este lugar tenebroso era necesario estar por lo menos un poco prendidos.
"Sí, ella hace parte del Pabellón de los Polvos Perdidos" - dijo mi amigo convencido de que conocía el lugar.
"¿De dónde?" - pregunte inocente, como si nunca hubiera estado allí.
"Pues del PPP, ese lugar en donde recordamos a las personas con las que llegamos lo suficientemente lejos, pero no se pudo seguir en su momento, y aún hoy existen las ganas"...
El Pabellón de los Polvos Perdidos para mí esta lleno de besos equivocados, besos apasionados y besos apasionados a personas equivocadas. Esta lleno de caricias que comenzaron sin querer, que llegaron sin ser buscadas. Esta lleno de borracheras, y gracias a dios que estábamos tan borrachos que no culminaron en nada más.
El PPP está lleno de ganas. Sí, muchas veces nos arrepentimos de ese empujón que nos faltó para culminar en otro lado o de esa amiga que nos jaló a tiempo y nos llevó lejos.
El pabellón para mis amigos está lleno de mujeres que por arte de magia al entrar en él se volvieron "mucho más buenas" (palabras de ellos).
Lo peor es que todos están de acuerdo, las 'parejas' que entran al PPP difícilmente tienen una segunda oportunidad para salir de allí.
"Sí, ella hace parte del Pabellón de los Polvos Perdidos" - dijo mi amigo convencido de que conocía el lugar.
"¿De dónde?" - pregunte inocente, como si nunca hubiera estado allí.
"Pues del PPP, ese lugar en donde recordamos a las personas con las que llegamos lo suficientemente lejos, pero no se pudo seguir en su momento, y aún hoy existen las ganas"...
El Pabellón de los Polvos Perdidos para mí esta lleno de besos equivocados, besos apasionados y besos apasionados a personas equivocadas. Esta lleno de caricias que comenzaron sin querer, que llegaron sin ser buscadas. Esta lleno de borracheras, y gracias a dios que estábamos tan borrachos que no culminaron en nada más.
El PPP está lleno de ganas. Sí, muchas veces nos arrepentimos de ese empujón que nos faltó para culminar en otro lado o de esa amiga que nos jaló a tiempo y nos llevó lejos.
El pabellón para mis amigos está lleno de mujeres que por arte de magia al entrar en él se volvieron "mucho más buenas" (palabras de ellos).
Lo peor es que todos están de acuerdo, las 'parejas' que entran al PPP difícilmente tienen una segunda oportunidad para salir de allí.
Comentarios
Publicar un comentario