El IELTS una pesadilla eterna

Sentada esperando a que comiencen a acomodarnos en el salón para presentar nuevamente el IELTS, no puedo evitar recordar la última vez que hice este examen: sucedió en Londres, en Wimbledon. Era la primera vez que estaba en esa zona de la ciudad, por lo que cuando salí del metro no encontraba la dirección para realizar la entrevista (el speaking). Como una loca comencé a timbrar en todas las casas del barrio. Solo en una me respondieron. Salió un niño de unos 4 años y la mamá en toalla detrás gritándole que no abriera la puerta. La situación fue hilarante, pero como iba tarde y pérdida solo me disculpe con el niño y la mamá y seguí buscando la dirección. A veces los afanes de la vida nos evitan disfrutar de estos pequeños y bizarros momentos.

Ahora, un año después, vuelvo a esperar para presentar por cuarta vez esta pesadilla, y no es que le tenga mala energía al examen, en realidad me siento segura y creo que obtendré una buena nota, se trata del proceso, el trámite, el volver a depender de un número.

El IELTS, dicen los que saben, es mejor que el TOEFL porque todos guardamos el mismo silencio cuando lo estamos presentando, tenemos entrevistas en privado y tiempos exactos para realizar tareas de lectura, escritura y audio (reading, writing and listening). 

Yo lo odio porque los centros en los que se presentan tratan estrictamente a las personas que lo tienen que hacer, como si el mundo se fuera a acabar si te pasaras de la raya. Lo odio porque cuesta medio millón de pesos, porque solo es válido durante dos años, porque aunque hables bien si estás nervioso en la entrevista te irá mal, lo odio porque tantas otras cosas dependen de su nota. 

El IELTS es solo un paso, pero es inevitable no odiarlo cuando ya lo pasaste una vez, pero se vence dos meses antes de la fecha límite que te piden en los trámites. Quizá no odio el IELTS, solo mi suerte por obligarme a presentarlo nuevamente. 

Alrededor del examen puede haber miles de discusiones (por ejemplo el negocio que implica, si uno olvida un idioma en dos años, que tanto mide el conocimiento, etc.), pero yo decido solo dar a conocer mis sentimientos al respecto.