Encuentros
Siempre
he tenido en mente escribir un libro sobre los encuentros, aquel momento en que
conoces a la persona que será tu pareja.
Cuando
nos topamos con un par de novios siempre preguntamos: "y ustedes ¿cómo se
conocieron?". La parte más interesante del amor es ese mágico momento en
el que todo se transforma, en el que lo miras y dices "qué lindo" o
simplemente lo pormenorizas para luego ser conquistada.
Mi parte
romántica me dice que pueden existir un sinnúmero de encuentros, conocer a un
hombre mientras haces mercado, puede ser tu compañero de avión, en una sala de
espera, en una biblioteca o librería, en el transporte público, un museo o hasta en la
calle.
La
realidad es otra. No es que no sea posible, tengo miles de historias al respecto, pero parece que hablarle a los
hombres en Colombia puede ser mal interpretado.
Conocer a
alguien en el metro de Londres parece ser super romántico, ahora conocer a
alguien en Transmilenio... Mmm... No lo sé, adquiere todo otro sentido.
Cuando
era adolescente y no quería ir a misa, mi mamá me convencía con una frase que
nunca olvidaré: "Ve. ¿Qué tal que conozcas al amor de tu vida?". No
estaba lejos de la realidad, ya que la misa de las 6 pm era llena de jóvenes,
pero, ¿cómo conoces a alguien en un iglesia? ¿Cuándo le hablas? ¿Cuándo le das
la paz? Era absurdo, pero es que para la imaginación romántica de una mujer
cualquier lugar para conocer el amor está bien, al final es el AMOR.
Sé que en
nuestra cultura los hombres la tienen difícil. Primero deben tener seguridad en
sí mismos, ya que a diferencia de otros lugares la mujer espera ser conocida,
conquistada. Nos lo enseñan desde chiquitos, en las fiestas son los niños
quienes sacan a bailar a las niñas, cuando conoces a alguien esperas que te
pidan el teléfono, si es alguien que trabaja contigo esperas que te invite a
salir... En Colombia los hombres proponen y la mujeres disponen.
Esto no
ocurre en otros países. Sé que la conquista en el Reino Unido depende de los dos. Las
mujeres tenemos un menú, un buffet de posibilidades y es la mirada la que
indica que nos gustó alguien. Sostenerla en la distancia, sentir un 'mini click' y hacer señas para que se acerque. Complejo.
En
Argentina los hombres son atrevidos. No los enseñaron a bailar en pareja,
entonces lanzan las manos a la primera, igual que la boca. El restregar
nuestros cuerpos bajo un ritmo parece ser clave para la conquista colombiana y
al no tener este tipo de herramientas en otros países, los hombres acuden a
medidas desesperadas.
Cultura,
quizá todo radica en eso. Hasta dentro de Colombia encontramos diferencias. Los
paisas son tan buenos en la conquista como vendiendo, todo lo logran a punta de
labia. Los caleños son unos caballeros. Los santandereanos pueden ser un poco
bastos, pero con qué pasión quieren. Los costeños creen sabérselas todas y una
vez conquistan se dedican a ser consentidos y consentidores.
Hombres... Siempre es bonito
esperar un encuentro y, ojala, poderse sorprender.
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