Sin talento selfie

Debo decir que me quiero, no poco, me quiero mucho. Todo me gusta de mí, no hay nada de mi cuerpo que cambiaria ni operaría, pero a pesar de eso, no me gusta como salgo en las selfies. 

Cada vez que me auto-tomo una foto me encuentro fea, bizca, cachetona, frentona, brillante, despelucada y todo esto aunque el espejo me diga lo contrario. Quizás me estoy comparando con otras personas que se toman selfies y salen muy bien,  de lo contrario no importaría cómo salgo. 

Quizá debería sentir envidia por todas las nuevas generaciones expertas en selfie, que saben cómo poner la boca, el ángulo de la cabeza para salir perfectamente, poner filtros y colores. 

Pero en realidad no tengo nada de envidia, porque no me gustan las selfies y me niego a salir en ellas. Pero me contradigo, lo sé, ¿si no me gustaran las selfies por qué sé que salgo mal en ellas? debe ser por qué me he tomado algunas.  

Prefiero las selfies tomadas por otros con brazos largos, y cuando no salgo sola, esas las paso, hay distracción en otras personas. 


Inicia reflexión de Camilo: Las  fotos de perfil ya son un avatar 

Eso me hace pensar que existen trucos en las selfies. 

He escuchado de personas que han tenido encuentros con personas que solo se han visto a través de fotos y aseguran que lo digital no refleja lo real, los filtros aumentan de manera descomunal, filtro para verse más joven, para verse maquillado, para mejorar la iluminación, para sonreír, para mascotas, todo un mundo ideal en lo virtual, debo decir que los he usado y algunas veces me he reído,  más sin embargo pienso que mostrarnos en redes haciendo un uso excesivo de filtros, etc, no nos hace el resultado de esa imagen.  

Tenemos en nuestro poder elementos con los cuales visualmente podemos sacar diferentes versiones de nosotros mismos, hasta a partir de nuestra imagen conocer versiones de seres desconocidos,  esto es divertido, lo que se me hace extraño es cuando creemos que después de colocar muchos filtros creemos que esos somos y escogemos a la persona que es virtual, como si nos representara.  

Muchas personas no son lo que están mostrando, me hace pensar que no están a gusto con ellos mismos.  Creo que hay que quererse con mala iluminación, sin filtros, en todos los sentidos.  Hemos llegado donde las fotos que editamos ya son un avatar que nos representa en el mundo digital. 



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