Espia
Hace poco me contaron la historia de una amigo que borracho en una fiesta en una casa ajena, abrió la puerta del cuarto del dueño de la casa que en ese momento estaba teniendo sexo con una chica, ellos estaban tan concentrados que no se dieron cuenta de la interrupción sino un rato después, mientras él seguía parado en la puerta viendo el espectáculo de "sexo en vivo".
A mí la historia me pareció divertida, mientras que la persona que me la contó estaba un poco abrumada y no sabía que término escoger para describir a mi amigo (morboso, perverso, y otros tantos adjetivos que no me caben en la cabeza - conozco a mi amigo).
Luego compartí la narración con otro amigo (claro guardando el anonimato), a mi me parecía fascinante, pero mi amigo, a pesar de que se rió un rato me advirtió que yo no estaba bien, que de verdad espiar a una pareja teniendo sexo no era lo correcto, a pesar de que yo le argumenté que habíamos sido criados por películas eróticas ochenteras (dramáticas, de comedia negra, estudiantil, etc) en las que las escenas de espiar a parejas en su momento más cúspide siempre fueron parte de sus momentos más eróticos (si no es que despertaban a nuevas escenas con otros matices de "yo con yo" o con el que pasara al lado y se uniera a la ventana).
Tal parece que mi argumento no sirve de nada, y quizá revela mucho de mi sexualidad, y aunque no podría contestar las siguientes preguntas, porque simplemente no tengo la respuesta, si me quedaron en el aire ¿eres digno de ser espiado?, ¿te excita mirar? o ¿te excita que te miren?
¿Estamos negando nuestro propio erotismo al juzgar a los demás? o simplemente es mejor mantener el silencio, la intimidad en la oscuridad, que nadie se entere que te excita, o que quieres ir más allá, déjalo solo para tu pareja.
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