Panamá para huir de los 35
Este año ha estado marcado por varios momentos: un comienzo de año en la increíble India, un trabajo nuevo de aprendizaje y cambio, y la muerte de mi abuelita.
La India fue una experiencia extraordinaria que me dejó amigos alrededor del mundo, además de abrirme nuevas puertas laborales.
Mi trabajo lejos (pero no tanto) de las comunicaciones y las relaciones públicas y me abre nuevos caminos profesionales (o eso espero). Estoy aprendiendo.
Mi trabajo lejos (pero no tanto) de las comunicaciones y las relaciones públicas y me abre nuevos caminos profesionales (o eso espero). Estoy aprendiendo.
Por último, la muerte de mi abuelita Sara. Quería escribir una entrada dedicada sólo a ella , pero a veces es mejor fluir y seguir el río de pensamientos, y en este caso acá está fluyendo.
Mi abuelita tuvo 14 hijos, y 4 pérdidas, es decir 18 embarazos en su vida. Ella fue la más bailadora y rumbera, tanto que esperó hasta la celebración de su cumpleaños número 94 para morir.
Durante su vida le escuché todo tipo de cuentos del presente y del pasado. Nunca le gustaron los espaguetis, pero cuando había que alimentar a hijos, nietos, nueras y yernos ese era el plato predilecto, el postre de limón que no faltaba, los bananitos en azúcar.
Claro que recuerdo los desayunos con rosquitas de queso o bollito limpio con diablito. Sentir las chispas de las Coca-Cola al tomarla en vasos de metal y tantos otros detalles que hoy me recuerdan a ella.
En el jardín de su casa todos teníamos tortugas, yo sospecho que las mismas tres tortugas cambiaban de dueño en cada visita. La versión que yo conocí de mi abuelita (y digo que mi versión porque siento que todo el mundo es diferente con cada persona) fue la de una mujer berraca, sacó 14 hijos adelante, bailó y no paró de gozarse la vida hasta el final.
Pero volviendo al objetivo de este escrito, debo decir que cada una de estas experiencias me hizo querer tener un cumpleaños lejos, desconectarme un poco de todo y ver las cosas a la distancia, ser más consciente de que cada vez soy más vieja y hay menos amigos a mi alrededor, que cada vez más me afianzo más a mí misma.
Durante su vida le escuché todo tipo de cuentos del presente y del pasado. Nunca le gustaron los espaguetis, pero cuando había que alimentar a hijos, nietos, nueras y yernos ese era el plato predilecto, el postre de limón que no faltaba, los bananitos en azúcar.
Claro que recuerdo los desayunos con rosquitas de queso o bollito limpio con diablito. Sentir las chispas de las Coca-Cola al tomarla en vasos de metal y tantos otros detalles que hoy me recuerdan a ella.
En el jardín de su casa todos teníamos tortugas, yo sospecho que las mismas tres tortugas cambiaban de dueño en cada visita. La versión que yo conocí de mi abuelita (y digo que mi versión porque siento que todo el mundo es diferente con cada persona) fue la de una mujer berraca, sacó 14 hijos adelante, bailó y no paró de gozarse la vida hasta el final.
Abuelita, vives en todos nosotros, esperamos conservar la unión. |
Así llegué a Panamá.
A mi modo de ver Panamá tiene todo tipo de planes, puedes ir como el más mochilero (plan Tayrona en una de las 365 islas en San Blas en la costa Atlántica) o plan ricachón en uno de los hoteles todo incluido Golf Resort de la costa Pacífica. Para celebrar mi cumpleaños, con Camilo escogimos un "Todo incluido", porque no hacía mucho que habíamos viajado al Tayrona.
En nuestro caso rentamos un carro, que según la página de internet salía en 5 dólares el día, sin embargo, tengan cuidado, porque esos precios son falsos, ya que siempre debes pagar además por seguros obligatorios y un depósito.
Luego de solucionar el cargo extra del carro, visitamos el mercado de mariscos para almorzar. Muy bueno para comer pescado, precios justos (excepto por el cambio de peso a dólar, cosa que no depende de los restaurantes).
Luego fuimos al Canal de Panamá y compramos un combo de boleta: Exclusa de Miraflores y el Biomuseo, ahorrando 8 dólares.
Tuvimos suerte en el canal, porque los barcos comenzaron a pasar una vez salimos del museo. Hace mucho tiempo no voy a ningún museo en Colombia (las últimas veces he ido a galerías de cuadros o visitado iglesias) así que no se si voy a juzgar muy duro la museología del país, pero tanto el museo del Canal, como el Biomuseo fueron experiencias increíbles (lo mismo puedo decir de los museos de México). Recomendados los dos.
Conocimos el casco antiguo de día y de noche y aunque sus calles tienen su parecido a Cartagena, son definitivamente muy, muy diferentes. La ciudad vieja de Cartagena, para mí, sigue ocupando el lugar número uno en fachadas y ambiente, aunque Ciudad de Panamá está mejor conservada (se nota la plata).
En el casco recomendado ir a comer y caminar y caminar. Ideal para tomarse fotos.
En muchas guias de viajes explican la historia de como surgió el famoso sombrero de Panamá que en realidad fue hecho en Ecuador. La verdad, no puedo garantizar que los sombreros que venden hoy en día no sean hechos en China, o cualquier otro país, pero lo que si puedo decir es que es normal encontrarse con todo tipo de almacenes de souvenirs llenos de sombreros, con Camilo elegimos el de Victor´s.
El sombrero de la foto es uno de mis regalos de cumpleaños, la calidad y el precio super bueno.
Según lo que nos contaron muchos lugares antiguos en el Casco Antiguo fueron demolidos porque en un principio no se consideraban importantes, por ello no hay rastro de ninguna muralla en Ciudad de Panamá.
A mi modo de ver Panamá tiene todo tipo de planes, puedes ir como el más mochilero (plan Tayrona en una de las 365 islas en San Blas en la costa Atlántica) o plan ricachón en uno de los hoteles todo incluido Golf Resort de la costa Pacífica. Para celebrar mi cumpleaños, con Camilo escogimos un "Todo incluido", porque no hacía mucho que habíamos viajado al Tayrona.
En nuestro caso rentamos un carro, que según la página de internet salía en 5 dólares el día, sin embargo, tengan cuidado, porque esos precios son falsos, ya que siempre debes pagar además por seguros obligatorios y un depósito.
La línea más barata de carros rentados es la que usa el mismo modelo que los taxis |
Luego de solucionar el cargo extra del carro, visitamos el mercado de mariscos para almorzar. Muy bueno para comer pescado, precios justos (excepto por el cambio de peso a dólar, cosa que no depende de los restaurantes).
Luego fuimos al Canal de Panamá y compramos un combo de boleta: Exclusa de Miraflores y el Biomuseo, ahorrando 8 dólares.
Entrada a la exclusa de Miraflores del Canal |
Tuvimos suerte en el canal, porque los barcos comenzaron a pasar una vez salimos del museo. Hace mucho tiempo no voy a ningún museo en Colombia (las últimas veces he ido a galerías de cuadros o visitado iglesias) así que no se si voy a juzgar muy duro la museología del país, pero tanto el museo del Canal, como el Biomuseo fueron experiencias increíbles (lo mismo puedo decir de los museos de México). Recomendados los dos.
La forma del Biomuseo está basada en el árbol Higuerón |
Conocimos el casco antiguo de día y de noche y aunque sus calles tienen su parecido a Cartagena, son definitivamente muy, muy diferentes. La ciudad vieja de Cartagena, para mí, sigue ocupando el lugar número uno en fachadas y ambiente, aunque Ciudad de Panamá está mejor conservada (se nota la plata).
En el casco recomendado ir a comer y caminar y caminar. Ideal para tomarse fotos.
En muchas guias de viajes explican la historia de como surgió el famoso sombrero de Panamá que en realidad fue hecho en Ecuador. La verdad, no puedo garantizar que los sombreros que venden hoy en día no sean hechos en China, o cualquier otro país, pero lo que si puedo decir es que es normal encontrarse con todo tipo de almacenes de souvenirs llenos de sombreros, con Camilo elegimos el de Victor´s.
El sombrero de la foto es uno de mis regalos de cumpleaños, la calidad y el precio super bueno.
Después de pasar dos días en Panamá arrancamos a tres horas de la ciudad al Royal Decameron en Playa Blanca / Río Hato. Era nuestra primera vez juntos en un todo incluido y se sintió un poco como un lugar de engorde, comer lo que quieras, tomar lo que quieras y relajarte en la playa.
La recomendación en este caso es llevar un Alka-Seltser y aspirinas. Hay planes aparte para ir a navegar en otras playas, hacer snorkel, montar en kayak, ir a la discoteca en la noche y participar en actividades con recreacionistas (tanto de día como de noche).
Al volver a Ciudad de Panamá visitamos la torre Trump que tiene un bar en el piso 66 y tiene una vista de la ciudad de noche muy bonita.
Quizá fue una visita a Panamá muy corta, seguro nos quedó mucho por recorrer, no fuimos a Colón a comprar perfumes, no conocimos San Blas y sus playas increíbles, ni visitamos a los indígenas, por eso y más Panamá va a seguir siendo un destino para volver.
Para mí, Panamá es ejemplo para Colombia en conservación de la biodiversidad, de sacar el pecho y darse importancia. Todavía tenemos mucho por aprender.
Feliz cumpleaños 35 para mí.
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