La guerra de los dos centavos
Fui a un banco y consigné esa suma exactamente, aunque claro, en realidad entregué 2.900 pesos y no esperaba recibir ningún cambio.
¿Porqué consigné una cifra tan absurda?, se preguntarán algunos, y la respuesta es sencilla: fue lo que me indicaron en el banco, ya que si tenía un saldo a favor la cuenta no quedaría en cero para poder cancelarla.
Pasaron las 24 horas que me dijeron que debía esperar y volví a llamar, para recibir con sorpresa una negativa tajante ante la solicitud de cancelar mi cuenta, porque se encontraba bloqueada con un saldo negativo de 0,02 pesos, es decir 2 centavos.
Soluciones:
- "Señorita, por favor consigne dos centavos, haga una transferencia desde otra cuenta"
- "Señorita, por favor consigne dos centavos, entregue una moneda de 50 pesos y dejé sus vueltas"
- "Señorita, por favor haga su requerimiento y espere 15 días a que sea resuelto (tiempo en el que me cobrarían cuota de manejo)"
Sin embargo gané la guerra. Una semana después de poner la queja en el Defensor del Consumidor Financiero, en Bancolombia y en la Superintendencia Financiera, por arte de magia mi cuenta apareció con un saldo de dos centavos a favor, que según explican los movimientos de mi cuenta llegaron allí por devolución de algún gravamen.
Llamé a Bancolombia de inmediato, y claro, después de estar una hora en línea, logré la cancelación de mi cuenta. No obstante, me queda la duda de cuántos pesos se quedan las entidades financieras con la excusa de que no existen "vueltas" posibles para entregar, como suman centavo tras centavo.
Sí se puede ganar una guerra por dos centavos, aunque nunca sabré si fue por tanta queja que apareció el saldo positivo en mi cuenta o realmente había una devolución milagrosa proveniente a un gravamen, lo cual abre la posibilidad de que Duque cumpla sus promesas y devuelva el IVA (temas para otra entrada).
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