El corazón perdido

Tengo la plata para hacer, pero no es suficiente si no le doy tiempo, si no entrego un poquito de corazón para que se haga.

No creo en un futuro lleno de robots sin corazón en donde remplazan a los humanos en tareas de construcción, de siembra, de decoración, es decir reemplazan a los humanos en todas las labores de "hacer", y no creo porque conozco los trabajos fríos, conozco cuando las cosas se hacen porque "así deben ser" o se hacen por que "toca hacerlas".

No creo en un futuro en dónde todo se mueva solo por plata, porque he tenido la plata y nada sale como se quiere si no se está encima, si no se le da tiempo, si no se invierte corazón. Pasa como con los niños consentidos que buscan atención, tienen padres que les dan todo excepto tiempo y al final son niños echados a perder, adultos amargados, seres humanos vacíos.

Quizá estoy diciendo lo obvio, pero es una enseñanza de tiempo porque nos han enseñado a ir siempre detrás de la plata, cuando en realidad lo verdaderamente importante es otra cosa, es el tiempo que pasamos siendo felices, es el tiempo que pasamos tranquilos, es el tiempo que compartimos con los demás, que le damos a un jardín, a nuestras mascotas, a quienes queremos, a nuestras casas, a nuestras manualidades, a nuestro crecimiento interior.

¿Qué tipo de vida quieres tener?

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